Nido Okupa
Nido familiar es el primer largometraje realizado por director húngaro Béla Tarr. Un film con un presupuesto mínimo y actores no profesionales para darle mayor verismo a la historia que nos quiere contar. Su propuesta amateur entronca con la temática realista de aquellos directores de lo años 60 y 70 en los países comunistas de la Europa del Este.
Béla Tar consigue introducirnos en las vicisitudes de una familia húngara con una cercanía que nos agobia, y lo hace gracias a su forma de rodar: cámara en mano, improvisación por parte de los personajes, primeros planos, apariencia realista de falso documental…
Este drama familiar nos incomoda ya que nos introduce en esas cuatro paredes que nos oprimen, donde esta familia expone sus problemas individuales sin ningún pudor. Personajes desagradables pero que son reconocibles al comprobar que en la vida real hay personas de semejante ralea: el padre, machista hasta la médula, es un personaje despreciable y Béla Tarr lo muestra como es, ser miserable donde los haya.
Pero el film es una crítica al sistema socialista, con una burocracia que impide a las personas tener una vivienda digna. Sistema desalmado y que fractura las relaciones humanas y familiares, donde los individuos no pueden desarrollarse como personas ni aspirar a lograr sus más íntimos deseos. El Estado impone su autoridad de forma perversa representado en el film en la figura del padre con su carácter despótico, y en los personajes masculinos con una absoluta falta de personalidad y madurez.
El director consigue acercarnos a este “Nido Okupa” donde las tensiones se muestran en toda su intensidad. Película que está lejos de los film posteriores del autor, más metafísicos. No da concesiones al espectador por eso no es un film fácil de ver, pero es necesario su visionado ya nos introduce en una realidad socio-política que era desconocida en aquellos años para los ciudadanos de otros países que no vivían tras el Telón de Acero.
¿Hay esperanza en la historia que se nos cuenta?, ¿continuará todo igual?. La verdad es que la tristeza de la reflexiones finales de estos pobres seres superados por las circunstancias nos conmueven y nos dan una clara respuesta.