miércoles, 24 de agosto de 2011

Ivan Vasilievich: Back to the Future (1973)


El sueco y su melena

Delirante, desternillante, hilarante!. Desconocíamos que en la extinta URSS tuvieran un cine setentero, landista, "escojonista", adornado con aspecto cinematrográfico cutre, ¿naïf?...; alejado de los koljós, sovjós, stajanovismos, burocratismos poliburistas varios.

Y me pregunto, ¿que le sucedía a los soviéticos, que no rusos por aquellas fechas, para reírse hasta de su propia Historia?. Posiblemente la respuesta es inefable, o como diría un alquimista: "es como hallar la cuadratura del circulo" .

Bueno, pero puede que halla un explicación (ya expuesta por "Lupo" en su crítica), o por lo menos se puede intuir algo.

Recordemos que nos encontramos en el comienzo de la etapa dura de Leonid Ilich Brézhnev, que siguió al anterior período de coexistencia pacífica con occidente, dirigiendo el país un tal Nikita Sergéyevich Jrushchov alias "Khrushchev", "inquilino" de la Casa Roja (Kremlin).

Y por eso de que estamos en plena Guerra Fría, ¿por qué no hacer un cine donde se aprecie las moderneces de occidente?, por que aquí ,en nuestro paraíso socialista, también se destila la ambientación "pop" a la rusa, ¡¡¡uff!!..., perdón, a la soviética.

Y en esa estamos, mal rodada, con toques humorísticos absurdo, encuadres kafkianos (mi abuela le habría dado un toque "parkinsoniano" a esta película digno de ser seleccionada en festivales internacionales de cine). Pero no podemos negar que tiene gracia, o por lo menos hemos realizado un ejercicio abdominal al troncharnos de risa cuando la hemos visionado, sin necesidad de tener que ir a un gimnasio. Y descubrimos que los rusos, ¡vaya!, siempre se me olvida ahora son rusos y antes eran soviéticos; pues eso, que los soviéticos tenían gracia y sentido del humor fuera del estereotipo que nos han vendido de "la triste alma eslava", y que las horteradas de aquella época en el otro lado del Telón de Acero, también existía.

¡Pobres soviéticos!, necesitaban reírse de algo porque con tanta disciplina burocratizada, y tanta ideología de partido...,¡quién lo puede soportar!.

En fin, que podíamos hacer un esfuerzo en buscar alguna joyas de estos directores (creo que hay un director ruso de género fantástico que es como Ed Wood. Sería interesante visionarlo. Investiguemos. La mente ya me hace "chiribitas" sólo de pensarlo). Lo digo por que después del estrés semanal, ¡os podréis creer que tras ver la película dormí mejor después reírme como una hiena!. Es una buena terapia, os lo aseguro.

Y ¿por qué un 5 de nota?, ¡no está bastante claro!, pues por le pelo del embajador sueco, un toque de Llongueras a la rusa, ¡uff!..., ¡perdón!, a la soviética.



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