martes, 23 de septiembre de 2008
DESTINO
En los momentos en que llegamos a ser parte del todo somos semejantes a gotas, que caen en el mar y pasan a ser una parte de él. Nos movemos como un poco de polvo en el torbellino de lo infinito. Ignorantes de lo que somos, y desconociendo igualmente el pasado y el porvenir, nos perdemos en el mar del tiempo.
Etiquetas:
La senda infinita
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