Armide es una ópera en la que el deber militar, auspiciado por la Gloria, escapa a la Pasión. Se considera la obra cumbre de la colaboración entre ambos autores, gestada en el final de sendos periodos de creación: Quinault renunciará al teatro tras esta obra y Lully morirá poco después por una gangrena.
La principal aportación de Lully y Quinault fue la de crear un continuum sonoro en el que se establecen pocas diferencias entre las arias y los recitativos, configurando una forma de expresividad natural muy eficaz a la hora de cautivar a los espectadores que se anteponía al virtuosismo vocal de la ópera italiana. El paradigma de la nueva ópera francesa es el recitativo "Enfin, il est en ma puissance" de Armide.
El tema de la ópera, cuya acción se centra en el asedio de Jerusalén durante la primera cruzada, fue elegido por el mismo Luis XIV, aunque éste no asistió al estreno ni la obra fue representada en la corte. Se repuso regularmente en la Ópera de París entre 1692 y 1766, siendo la reposición de 1745 conjunta con la corte de Versalles. También obtuvo repercusión fuera de las salas parisinas: entre 1686 y 1751 fue representada repetidamente en Marsella, Bruselas y Lyon; y fuera de Francia en La Haya, Berlín, probablemente en Metz y en versión de concierto en Roma en dos ocasiones. Su frecuencia en las parodias teatrales, verbales y musicales, junto a la polémica que giró en torno suyo en la Querella de los bufones, confirman su perdurable popularidad en todos los niveles sociales.
Gluck realizará su ópera homónima tomando el libreto de Quinault de manera prácticamente íntegra en 1777.