Jean Baptiste Lully (Florencia, Italia, 28 de noviembre de 1632 - París, 22 de marzo de 1687) fue un compositor francés de origen italiano, uno de los introductores de la ópera en Francia.
Nació en Italia (su verdadero nombre era Giovanni Battista Lulli). Viajó a Francia con 11 años, pues había llamado la atención del Caballero de Guisa, y en 1652, con 20 años, entró al servicio de Luis XIV como bailarín de ballet y violinista. Más tarde dirigió una de las orquestas reales y en 1662 fue nombrado director musical de la familia real. Sobresalía por entonces como violinista, director y compositor. A los 29 años se había casado con la hija de Michel Lambert, compositor y alto funcionario de la Corte. Cortesano astuto, consiguió mantener el favor real a lo largo de toda su vida, lo que le permitió manejar la suerte de otros compositores franceses. Compuso ballets, como Alcidiane (1658), para la corte, que en ocasiones él mismo interpretaba ante el rey.
En colaboración con el escritor francés Molière (Jean Baptiste Poquelin) compuso una serie de ballets cómicos, como Les fâcheux (1661), Le mariage forcé (1665) y Le bourgeois gentilhomme (1670). Se hizo prácticamente con el monopolio de las artes musicales en Francia y explotó la grandeza y la teatralidad de la corte de Luis XIV. En 1672 consiguió mediante intrigas el puesto de director de la «Académie royale de musique» y a partir de ese momento volcó su atención en la ópera.
El compositor ya había conseguido un título de nobleza y se había hecho con numerosas propiedades en París y en sus alrededores. Sus óperas (a las que denominaba tragédie lyrique) estaban basadas en las tragedias clásicas de sus contemporáneos, los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean Baptiste Racine. Excepto en Psique (1678), Belerofonte (1679) y Acis y Galatea (1686), su libretista fue el poeta Philippe Quinault.
Desde el punto de vista musical, sus óperas son solemnes y majestuosas, con un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones de la lengua francesa. Sus elaborados espectáculos de danza y sus coros de gran majestuosidad tienen su raíz en el ballet de cour (ballet cortesano). Las óperas de Lully contrastan con el estilo italiano de ópera de la época, en donde se daba prioridad al lucimiento del cantante. Entre sus obras cabe citar Perseo (1682), Amadís de Gaula (1684) y la ya mencionada Acis y Galatea. La importancia de Lully reside en las mejoras que impuso. En la ópera francesa abandonó el recitativo secco y lo sustituyó por un recitativo con acompañamiento artístico. En los ballets, introdujo danzas más rápidas que las que se interpretaban.
También estableció la forma de obertura francesa. Lully evolucionó desde su fidelidad inicial al estilo de sus compatriotas Luigi Rossi o Francesco Cavalli hasta una perfecta asimilación del estilo y del gusto franceses. Lully dominó toda la vida musical en Francia en la época del Rey Sol. Fue creador de diversas formas musicales, que organizó o ideó, como la «tragédie lyrique», el gran motete y la obertura a la francesa. Su influencia sobre el conjunto de la música europea de su tiempo fue grande. Tras su llegada a Francia en 1643, entró como ayuda de cámara al servicio de Mademoiselle de Montpensier, que deseaba perfeccionar sus conocimientos de la lengua italiana.
A la edad de 13 años, ya manifestó serias dotes para la música, y así aprendió a tocar el violín. Luego se reveló como un excelente bailarín y entró a formar parte de la Grande Bande des Violons du Roi, que se componía de 24 instrumentos. En 1653, Lully bailó con el rey: el Ballet de la Nuit. Obtiene rápidamente la dirección de una nueva formación: La Bande des Petits Violons. Perfecto cortesano y hábil hombre de negocios, muy pronto se convirtió en el primer compositor de la corte, y sus aires y bailes consagraron su reputación. Apoyado por Luis XIV, llegó a ser compositor de cámara y finalmente Superintendente Real de la Música. Naturalizado francés en 1661, se casó algunos meses después con Madeleine Lambert, cuyo padre era el director musical de Mademoiselle de Montpensier.
A partir de 1664, trabajó regularmente con Molière, creando el género de la comedia ballet, sin renunciar por ello a los bailes de cortesanos. Compró a Perrin en 1672 el privilegio de la «Académie royale de musique». Colmado de honores y riquezas, compuso entonces una ópera al año más o menos, sometiendo con su autoridad a todos los compositores dramáticos de su época: Marc-Antoine Charpentier, André Campra, Clérambault. En 1681, Lully alcanzó el cenit de su carrera, al convertirse en secretario del rey.
Murió por una gangrena en París, en 1687, a consecuencia de una herida que se hizo en el pie con su bastón de director de orquesta, una pesada barra de hierro que servía para llevar el compás golpeando el suelo con ella; esto le provocó una infección que acabó lentamente con su vida. La fama de Lully se debe principalmente a su contribución a la música religiosa y escénica.
Nació en Italia (su verdadero nombre era Giovanni Battista Lulli). Viajó a Francia con 11 años, pues había llamado la atención del Caballero de Guisa, y en 1652, con 20 años, entró al servicio de Luis XIV como bailarín de ballet y violinista. Más tarde dirigió una de las orquestas reales y en 1662 fue nombrado director musical de la familia real. Sobresalía por entonces como violinista, director y compositor. A los 29 años se había casado con la hija de Michel Lambert, compositor y alto funcionario de la Corte. Cortesano astuto, consiguió mantener el favor real a lo largo de toda su vida, lo que le permitió manejar la suerte de otros compositores franceses. Compuso ballets, como Alcidiane (1658), para la corte, que en ocasiones él mismo interpretaba ante el rey.
En colaboración con el escritor francés Molière (Jean Baptiste Poquelin) compuso una serie de ballets cómicos, como Les fâcheux (1661), Le mariage forcé (1665) y Le bourgeois gentilhomme (1670). Se hizo prácticamente con el monopolio de las artes musicales en Francia y explotó la grandeza y la teatralidad de la corte de Luis XIV. En 1672 consiguió mediante intrigas el puesto de director de la «Académie royale de musique» y a partir de ese momento volcó su atención en la ópera.
El compositor ya había conseguido un título de nobleza y se había hecho con numerosas propiedades en París y en sus alrededores. Sus óperas (a las que denominaba tragédie lyrique) estaban basadas en las tragedias clásicas de sus contemporáneos, los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean Baptiste Racine. Excepto en Psique (1678), Belerofonte (1679) y Acis y Galatea (1686), su libretista fue el poeta Philippe Quinault.
Desde el punto de vista musical, sus óperas son solemnes y majestuosas, con un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones de la lengua francesa. Sus elaborados espectáculos de danza y sus coros de gran majestuosidad tienen su raíz en el ballet de cour (ballet cortesano). Las óperas de Lully contrastan con el estilo italiano de ópera de la época, en donde se daba prioridad al lucimiento del cantante. Entre sus obras cabe citar Perseo (1682), Amadís de Gaula (1684) y la ya mencionada Acis y Galatea. La importancia de Lully reside en las mejoras que impuso. En la ópera francesa abandonó el recitativo secco y lo sustituyó por un recitativo con acompañamiento artístico. En los ballets, introdujo danzas más rápidas que las que se interpretaban.
También estableció la forma de obertura francesa. Lully evolucionó desde su fidelidad inicial al estilo de sus compatriotas Luigi Rossi o Francesco Cavalli hasta una perfecta asimilación del estilo y del gusto franceses. Lully dominó toda la vida musical en Francia en la época del Rey Sol. Fue creador de diversas formas musicales, que organizó o ideó, como la «tragédie lyrique», el gran motete y la obertura a la francesa. Su influencia sobre el conjunto de la música europea de su tiempo fue grande. Tras su llegada a Francia en 1643, entró como ayuda de cámara al servicio de Mademoiselle de Montpensier, que deseaba perfeccionar sus conocimientos de la lengua italiana.
A la edad de 13 años, ya manifestó serias dotes para la música, y así aprendió a tocar el violín. Luego se reveló como un excelente bailarín y entró a formar parte de la Grande Bande des Violons du Roi, que se componía de 24 instrumentos. En 1653, Lully bailó con el rey: el Ballet de la Nuit. Obtiene rápidamente la dirección de una nueva formación: La Bande des Petits Violons. Perfecto cortesano y hábil hombre de negocios, muy pronto se convirtió en el primer compositor de la corte, y sus aires y bailes consagraron su reputación. Apoyado por Luis XIV, llegó a ser compositor de cámara y finalmente Superintendente Real de la Música. Naturalizado francés en 1661, se casó algunos meses después con Madeleine Lambert, cuyo padre era el director musical de Mademoiselle de Montpensier.
A partir de 1664, trabajó regularmente con Molière, creando el género de la comedia ballet, sin renunciar por ello a los bailes de cortesanos. Compró a Perrin en 1672 el privilegio de la «Académie royale de musique». Colmado de honores y riquezas, compuso entonces una ópera al año más o menos, sometiendo con su autoridad a todos los compositores dramáticos de su época: Marc-Antoine Charpentier, André Campra, Clérambault. En 1681, Lully alcanzó el cenit de su carrera, al convertirse en secretario del rey.
Murió por una gangrena en París, en 1687, a consecuencia de una herida que se hizo en el pie con su bastón de director de orquesta, una pesada barra de hierro que servía para llevar el compás golpeando el suelo con ella; esto le provocó una infección que acabó lentamente con su vida. La fama de Lully se debe principalmente a su contribución a la música religiosa y escénica.
1 comentario:
Lully era un mago. (¿Te he dicho que me encanta tu blog?) :)
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