miércoles, 24 de septiembre de 2008

GLOBALIZACIÓN Y ANTIGLOBALIZACIÓN



La globalización es un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en una única economía de mercado mundial.[1] [2]

La globalización muchas veces se la relaciona al neoliberalismo encarnado en los organismos internacionales públicos como OMC, FMI y BM; modelo rechazado por los grupos altermundistas, entre otros. Sin embargo, se alega, la globalización, o lo que se entienda por ella, es un proceso autónomo o un orden espontáneo que no depende de la dirección de tales organismos públicos, el accionar de los cuales pueden incluso entorpecer el proceso, sino del crecimiento económico y del avance tecnológico humano.[3]

Es discutible relacionar la globalización con una dimensión extra-económica o extra-tecnológica,[4] pero abarcaría cuestiones mundiales como: transporte, telecomunicaciones, cambio climático, imperialismo cultural, multiculturalismo, inmigración, incremento o decrecimiento de la calidad de vida.

Un término difícil de definir pero que, en cualquier caso, está determinado por dos variables:
  • Una se refiere a la globalización de carácter financiero que ha tenido lugar en el mundo al calor de dos fenómenos: los avances tecnológicos y la apertura de los mercados de capitales.
El Banco de Pagos Internacional ha estimado que las transacciones mundiales de dinero (en los distintos mercados de divisas) asciende a alrededor de 1,9 billones de dólares (cuatro veces el PIB español). Estos flujos de capitales han enriquecido y arruinado a muchos países, ya que la solvencia de sus divisas está en función de la entrada y salida de capitales. Y eso explica, en parte, crisis financieras como las de México, Rusia, o el sudeste asíático. De ahí que los movimientos contra la globalización hayan reivindicado el establecimiento de la llamada Tasa Tobin, que no es otra cosa que la creación de un impuesto que grave los movimientos de capitales.
  • La otra globalización, se trata de las transacciones de bienes y servicios que se realizan a nivel mundial.
En este caso, son los países pobres y los mayores productores de materias primas (que en muchos casos coinciden) los que reclaman apertura de fronteras, ya que tanto en Estados Unidos como en la UE existe un fuerte proteccionismo. Muchas ONG de las que se manifiestan contra la globalización quieren desarrollar el comercio, pero no los capitales.

El movimiento altermundista o antiglobalización es un movimiento social internacionalista formado por grupos activistas provenientes de diversas corrientes políticas y surgido como respuesta critica a la globalización "neoliberal" entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI, entendida ésta como la progresiva concentración de poder económico por parte de oligarquías transnacionales facilitada por los gobiernos de turno. Existe cierta controversia sobre el término que define a éste movimiento. Sus partidarios prefieren el término "altermundismo" o "alterglobalización" para evitar definirse por oposición y porque el término "antiglobalización" contribuye a una imagen imprecisa y negativa. También es posible encontrar referencias al "Movimiento por la Justicia Global" o "altermundialismo" como otra denominación aceptada para este movimiento internacional.

Los activistas creen que la globalización es fuente de graves agresiones al medio ambiente, acentúa la precarización del trabajo asalariado, consolida un modelo de desarrollo económico insostenible y socava la democracia entre otros aspectos negativos. Políticamente se opone al propagandísticamente llamado pensamiento único "neoliberal" como única ideología de desarrollo. [1] Por ello sus conocidos lemas de "Otro mundo es posible" y "Un mundo donde quepan muchos mundos".

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